
DRTk FC St. PAULIrekin batera bizitako asteburua!
Eskerrik asko guzti hau posible egin duzuenoi!! St. Pauliko entrenatzaileak, Mariok, idatzitako gutuna bizitako asteburuaren buruz eta St. PAULI agurtzen.
Entre las montañas y el mar: El abrazo vasco y la mirada hacia el futuro.
La temporada de la U16 ha sido espectacular en todo sentido. Mientras la unión local y la nacional se concentra en fomentar el rugby de 7s, y se pierde de manera abrupta el timón del desarrollo del RUGBY juvenil en todo el país, FCSP Rugby buscó todo el año equilibrar ese desajuste en la categoría U16, pues, se trata de jugar al rugby, también en el futuro.
Entre uno y otro encuentro, se disputaron en total 14 partidos. Se ganaron los partidos de la liga, se clasificó para los cuartos de final y se llegó a las semifinales. Aparte de ello, se disputaron partidos contra el seleccionado berlinés, y se trajo la copa Alster-Spree nuevamente Hamburgo.
Para llegar al final del año, los chicos de la U16 trabajaron duro: 50 entrenamientos de rugby, meses de gimnasio. Asumieron el programa, siguiendo un plan de entrenamiento estricto y con mucha disciplina, para ser mejores que al comienzo. Y lo lograron: perdieron, ganaron, llenaron de fervor a los espectadores, deslumbraron en muchos casos, viajaron, cumplieron con la escuela, se emocionaron, y se pusieron la camiseta de FCSP con mucho orgullo, para convertirse en verdaderos representantes de esta gran familia.
El año no podía entonces terminar de mejor manera, que, con un viaje, para el cual también trabajaron todos ellos, los padres, y el staff del equipo. Y en noviembre se puso el objetivo en el País Vasco, y en diciembre ya surgía el intercambio para organizar el viaje. Destino, Durango Rugby Taldea (a unos 50 Km de Bilbao), justo allí, entre las montañas y el mar, rodeados del Verde Esperanza y la enorme hospitalidad de la gente vasca.
Primer día:
El viernes 13 de junio, entonces, nos subimos al avión para aterrizar en una tarde cálida de Bilbao. En el aeropuerto nos esperaba Aratz, director de desarrollo deportivo del club. En una hora de viaje entrábamos a las montañas hasta llegar a la pequeña ciudad de Durango, para que, con los brazos abiertos, y cargado de felicidad, el Dr. “Txusmen”, su presidente, nos recibiera con una calidez enorme. Nos llevó así, por las callejuelas de la ciudad hasta el hospedaje, y dándonos las últimas instrucciones para el plan del fin de semana, se despidió. La primera impresión es la que cuenta, se dice. Y esta había sido de las más hermosas.
Segundo día:
Por la mañana llegamos al club, y algunos padres ya daban señales de curiosidad ante la horda de St. Paulianers que copó la cancha. El encuentro entre ambos equipos se festejó al mediodía. Inmediatamente, nos pusimos a organizar el partido, con tres tiempos de 20’, con los dos últimos mezclando a los jóvenes: como debe ser para festejar el rugby y la amistad, e integrar a los jugadores y jugadoras. El “Tercer Tiempo” fue el momento de conocerse más profundamente, y entre risas y el ruido de la felicidad, se intercambiaron obsequios, palabras y el abrazo de la fraternidad que caracteriza nuestro deporte. Por la tarde, los jóvenes tuvieron “libre” y se mezclaron para recorrer las calles de la ciudad que festejaba el comienzo de las vacaciones escolares. Durango de fiesta. Los adultos, y sobre todo los entrenadores, se dieron a intercambiar ideas, realidades y un sinfín de anécdotas, casi comunes. Por la noche, nos invitaron a comer. ¿Dónde? Txoco a Societá: concepto de restaurantes comunitario. Allí, donde los padres y amigos nos sirvieron una comida deliciosa, seguimos disfrutando de los jóvenes, sin olvidar que, para ellos, era todo ese viaje. Para ellos y su futuro. Casi al final, Mario hizo entrega de las nominaciones de la temporada: mejor jugador, trabajador, perseverancia, desarrollo y, por supuesto, capitán, entre otras. Hermoso primer día, para ir a descansar (muy tarde, por cierto).
Tercer día:
Por la mañana, un pequeño grupo del equipo nos esperaba fuera del hostel, para emprender una caminata, que se convirtió en una pequeña aventura por las montañas, acompañada de una llovizna típica vasca. Al mediodía, a comer en el club y, luego de comer, nos subieron a un autobús alquilado para el tour de ese día. En el programa estaba organizada una visita a Gernika, porque Mario no quería dejar de pasar la oportunidad para la reflexión. Así, frente al monumento del bombardeo Nazi, Mario realizó una pequeña reseña para tematizar la importancia de la paz. Una visita cultural e ideológica en tiempos duros para todos. Otra vez, pensando en los jóvenes y su futuro. La estrella de la tarde sería, por supuesto, la playa y el mar. Y luego de 30’ de viaje el paraíso se abrió al equipo entero. Una playa hermosísima, que invitó solo 10’ a nadar, porque a alguien se le ocurrió llevar una pelota de rugby. Así disputamos el segundo partido del viaje entre todos (incluso Mario y Seiichi, que sin dudas fueron “Man of the match” y no se lastimaron). Una jornada deslumbrante, para acabar en un segundo Txoco, pero esta vez en un paraíso de montañas, desde donde se veía toda la ciudad. Comimos y nos divertimos muchísimo, y para ese momento, la integración entre ambos grupos fue completa. Una verdadera gesta de la amistad.
Despedida:
El lunes por la mañana se emprendió la partida, y como las emociones seguían muy vivas, no hubo tiempo para ese momento de tristeza que surge cuando se deja un lugar que te ha dado todo, pero TODO.
No hay palabras para describir esas emociones constantes. El agradecimiento es eterno. No olvidaremos esta visita jamás. “Txusmen”, Aratz y todos los padres, entrenadores, jugadores. Izei “Abeto” su capitán, el del nombre bonito, y con quien tuve el honor de charlar mucho en esos días. Amigos, los abrazamos como en un Scrum, para que no sea el último empuje, y el tiempo nos vuelva a encontrar.
Agradezco a los padres de FCSP, en especial a Kathrin, Nicole. A Sunya, que desde un principio confió en que todo esto se iba a lograr, y se puso “manos a la obra”; a Patricia que como siempre administró cada segundo del viaje allí, con la perfección que la caracteriza. A Seiichi que ha sido un baluarte enorme para mí, y durante todo el año. Puro amor, respeto, y humildad. A Clemens, que sabe contener cuando la marea sube, y pone los sentimientos en su sitio. A Cai, que se va abriendo paso en este mundo hermoso de entrenar y acompañar al desarrollo de los más jóvenes. GRACIAS.
Yo, me despido de un grupo que me ha dado todo. Y al cual, le confío las llaves de un futuro mejor, a puro rugby, a pura amistad.